¡OTRA VUELTA AL SOL!
diciembre 22, 2022
En este mes de diciembre añadimos varias
insignias a las celebraciones de cumpleaños; ya que somos varios en casa que
cumplimos años. Entre ellos mi Nietecita quien está celebrando la octava vuelta
al sol y como todas las celebraciones de nuestros cumpleaños encierran algo
místico y espiritual en nuestra experiencia de vida.
Debemos comprender que nuestro
cumpleaños es más que una fiesta con pastel, dulces y piñata. Es el paso del
tiempo, es el hecho de crecer, pasar por los 12 meses del año, es el hecho de
ir sumando experiencias, disfrutar con las personas que le dan significado a nuestra vida, disfrutar el invierno y el verano. En totalidad es
darle una vuelta completa al sol.
Escuchando a una coach, me llamaron poderosamente la atención una serie de preguntas que nos plantea. A continuación, les dejo el siguiente video con algunas preguntas para discernir.
Las personas que
observan las estrellas, cada vez que llega nuevamente el día de nuestro cumpleaños; el astro
más resplandeciente y luminoso, el sol vuelve al lugar exacto del universo en
el que se encontraba el día que comenzaste a recorrer nuestro planeta, cuando
abriste los ojos por primera vez.
De esa manera, la luz vuelve a iluminar a Júpiter, Marte, Urano, Neptuno,
nuestro planeta Tierra desde el mismo punto del espacio de aquella vibrante
experiencia en la cual dio origen a tu bella existencia, en el universo se
vuelven a alinear las estrellas mirando hacia tu hermosa presencia.
Debemos tener presente que nuestro cumpleaños no se repite, nunca es el mismo cumpleaños; ya que
únicamente se da una vez cada año y por eso decimos que celebramos haber
completado una nueva vuelta al sol.
Año con año, festejamos estar de plácemes; ya que se cierra y se
abre un nuevo ciclo. Claro, en diciembre estamos de fiesta, con mayúsculas. Estamos de Fiesta, celebramos el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo.
Nuestros pueblos indígenas celebran una nueva cosecha, pero, sobre
todo, celebramos que las estrellas se han unido y nos han dado una nueva
oportunidad de hacer realidad nuestro andar por este hermoso planeta.
Me encanta observar los tejidos de nuestras ancestras, cada hilo,
cada color, son rutas que se entrecruzan y nos llevan a meditar lo que hemos
recorrido a lo largo de este ciclo y un nuevo ciclo que está por iniciar.
Por eso dicen en los pueblos originarios, que el ser humano
no es el centro del universo, sino un componente más de un equilibrio que debe
de existir con la Madre Naturaleza; la Tierra y el Universo son parte de un
mismo todo al cual pertenecemos los seres humanos; la tierra no es solo un
medio de producción, sino la Madre que da Vida y a la cual hay que retribuir. Por
esa razón, cuando cumples una vuelta al sol vale la pena meditar sobre la
energía que llevas en tus nombres, en tus apellidos y en tu esencia.
Nos hemos tomado este espacio para agradecer la fuerza y la luz
que nos hacen un ser especial, reflexiono y medito que vale la pena poner un
alto en el camino para que nuestro espíritu trascienda. Un tiempo para
sentirnos seres dichosos, seres amados y plenos de nuestro caminar. Un alto para recorrer los pasos, ya
andados y mirar el nuevo sendero que se descubre ante nosotras; la nueva vuelta al
sol.
En esta reflexión se me vienen a la mente una serie de textos
bíblicos que me ayudan a discernir sobre la profundidad de la alegría, del
sentirnos dichosas de la celebración del cierre de un ciclo y un nuevo ciclo
que se nos abre. Una de esas lecturas es el Eclesiastés 3, 1. “Hay un tiempo
señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo”.
En este tiempo, reflexiono sobre los cambios y el
desarrollo que ha tenido mi Nietecita; ya que existe un tiempo señalado para
cada experiencia de vida. A continuación, escribo algunas experiencias que le
acontecen a las niñas y niños de 8 años. Espero les gusten y las logren
identificar en sus chicos y chicas.
Ceremonia
para re-conectar con nuestro interior
En primer lugar, antes de ser
madre y abuela. ¿Quién soy yo? Una mujer, que se siente amada desde antes de
que mi padre y mi madre se conocieran ya estaba en el pensamiento de Dios. Así
dice, el Salmo 139, 16. “Mi
embrión vieron tus ojos.
Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas. Que fueron luego formadas, sin faltar una de
ellas”.
En segundo lugar, démonos un breve tiempo para conectar con nuestro cuerpo, con todo nuestro ser, con nuestras emociones y sentimientos. Démosle chance a nuestro espíritu.
En
tercer lugar, agradezcamos a Dios, a nuestra madre tierra, a las personas que van
entretejiendo nuevas experiencias de vida y están presente en cada molécula de
nuestro ser.
Me encanta observar los tejidos de nuestras ancestras, cada hilo, cada color, son rutas que se entrecruzan y nos llevan a meditar lo que hemos recorrido a lo largo de este ciclo y un nuevo ciclo que está por iniciar. Incluso, un nuevo año está por iniciar. Nos encontramos cerrando ciclos y abriendo nuevos ciclos.
Te dejo una ceremonia para re-conectar con nuestro interior.
Un abrazo muy fuerte, te espero en nuestra siguiente entrada.
Monroy, A. 2008. 'Vuelta al sol". Excelsior. https://revistalibero.com/blogs/contenidos/hoy-tu-tiempo-es-real-el-homenaje-de-benedetti-a-maradona
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